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¡No Tomarse Tan en Serio la Pérdida de Peso Puede Ayudarte a Perder Peso!
¿Alguna vez haz saltado a la balanza durante el chequeo anual con tu médico y notaste que tu peso no se había modificado en nada desde el año anterior? Pero si lo piensas ¿te das cuenta de que, de hecho, tu peso ha subido y bajado una y otra vez desde la última visita? Esto es lo que le pasó a un amigo mío, Tom, que bajó 31 libras ¡pero luego recuperó 33! Cuando Tom se paró en la balanza en el consultorio de su médico, el doctor dijo "Tu peso se ha mantenido constante." Le chocó. Todo el trabajo duro que había realizado.. día tras día, al recaer y volver a levantarse.. había sido resumido agradablemente por su doctor como "Tu peso se ha mantenido constante." Para Tom esta fue una gran decepción. Aunque realmente no me sorprendí, ya que el siempre estaba metido en algún tipo de dieta ambiciosa que dejaba poco margen para el error (en su último intento, contrató a un entrenador físico personal para que le diera sesiones todos los días y modificó en gran medida sus hábitos alimenticios). Sé por experiencia propia que éste tipo de método por lo general fracasa, porque seamos sinceros: no es fácil mantener un gran cambio de tu rutina diaria. Esto es lo que culmina en ese ciclo vicioso de dietas yo-yo.
Si la experiencia de Tom te suena familiar y también tú has sido una víctima del yo-yo.. es tiempo de que cambies de enfoque y note tomes el juego de la pérdida de peso tan seriamente. En lugar de embarcarte en una dieta que restrinja seriamente tus calorías y te arrastre hasta el gimnasio a las 4 am para obtener clases privadas con un entrenador físico personal, quiero que te concentres en el panorama general. Haz la dieta un poco más despacio, más progresivamente, más lógicamente. En primer lugar, mira el año entero frente a ti. Luego, concéntrate sólo en las próximas 8 ó 12 semanas. Comprométete a realizar un plan que le haga honores a tu peso y a tu salud. Aquí van algunas ideas... algunos puntos en los cuales concentrarse semana a semana:
Semana 1:
Elimina el azúcar refinada o procesada, elige cereales integrales en lugar de carbohidratos "blancos" con almidón.
Semana 2:
Come más vegetales, especialmente los de hojas verdes ricos en vitaminas y minerales; haz 30 minutos de actividad física al menos 3-4 veces a la semana, incluso si eso implique sólo una caminata rápida.
Semana 3:
Consume más ácidos grasos Omega 3 en forma de lino (semilla o aceite) y salmón silvestre fresco
Semana 4:
Obtiene más antioxidantes en forma de frutas integrales frescas, berries e incluso té verde.
Semana 5:
Elimina los ácidos grasos trans y las grasas hidrogenadas; elije aceites saludables como de oliva, nuez, colza y linaza.
Semana 6:
Presta atención a consumir suficiente fibra y calcio; aumenta el compromiso con el ejercicio a 60 minutos por sesión al menos 3 ó 4 veces por semana.
Semana 7:
Concéntrate en las fuentes de hidratación (elimina las gaseosas y ponle freno al café y al alcohol; bebe bastante agua)
Semana 8:
Crea tu Paquete de Supervivencia (un almuerzo pequeño o una bolsa con los alimentos que puedas comer cuando no estás en casa o cuando no puedas almorzar o cenar a tiempo, etc.
Semana 9:
Identifica las comidas cuyas porciones no puedas controlar sabiamente y elimínalas completamente de tu dieta.
Semana 10:
Estas ideas no deben darse necesariamente en este orden. Por lo general, comer bien y hacerse un tiempo para el ejercicio son el único secreto para tener salud de por vida. Simplemente recuerda: Puedes partir tus ejercicios en dos sesiones de 30 minutos o tres sesiones de 20 minutos en un día particular. ¡Todo suma y todo cuenta!
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