Justo ahora que creíste que podías sentarte relajadamente, pelar un plátano (banano) y dejar atrás todas esas historias sobre las frutas exóticas, estamos de vuelta con una nueva lista de otras seis dulcísimas frutas exóticas con gran valor nutritivo. Quizás hayas oído hablar de ellas, o quizás no. Como sea, son sabrosísimas y nutritivas, y tus amigos pensarán que eres original si las incluyes en tu próxima fiesta.
- Granadas. Aunque su nombre en latín significa "manzana con semillas", en realidad no tienen nada que ver con las manzanas excepto que las dos crecen en árboles y las dos son frutas.
Las granadas tienen una piel gruesa no comestible, de color rojo y amarillo. Adentro encontrarás racimos de semillas cubiertas por una delgada capa externa dulce, carnosa y de un color rojo intenso, llamada arilo. (¿Ves alguna semejanza con las manzanas? No tengo idea en qué estaban pensando los romanos.)
Los arilos son las partes comestibles, con la semilla y todo. A pesar de su apariencia extraterrestre, no germinarán en tus entrañas ni se apoderarán de tu conciencia.
La mitad de una granada mediana (de 4 pulgadas de diámetro, aproximadamente) tiene 117 calorías, 1-1/2 gramos de grasa, 2-1/2 gramos de proteína, 26 gramos de carbohidratos y unos 5 respetables gramos de fibra. Tiene el 24 por ciento de la cantidad diaria recomendada (CDR)* de vitamina C y 13 por ciento de la CDR de folato. También encontrarás vitamina E, K, B6, tiamina, riboflavina, niacina y ácido pantoténico. En cuanto a los minerales, obtendrás el 9 por ciento de la CDR de potasio y el 11 por ciento de la CDR de cobre, calcio, hierro, magnesio, fósforo, zinc, manganeso y selenio.
Existen numerosos estudios que demuestran que el consumo de granadas puede ayudar en caso de muchas afecciones, desde las enfermedades coronarias, las placas dentales y el cáncer hasta el resfriado común. Tomaría estos estudios con cierta reserva, pero es cierto que hay muchos de ellos y, hasta que alguien pueda determinar su certeza, comer granadas no te hará ningún daño. - Naranjas chinas o quinotos. A pesar de tener un nombre cuestionable, las naranjas chinas son divertidas para toda la familia. Este fruto cítrico proviene del sur de Asia y se parece a naranjas diminutas. A diferencia de otros cítricos, se comen con piel y todo.
Si decides comer una naranja china, prepárate para vivir toda una experiencia. La piel exterior es desabrida, pero una vez que le des un mordisco a la fruta, el jugo amargo explotará en tu boca y te hará fruncir la cara más que un limón. Si la escupes en este instante, te quedará ese sabor en la boca por un rato, así que mejor cómetela. Después de un par de segundos, la pulpa cederá ante el sabor dulzón de la piel y la pulpa juntos, y estarás bien.
¿Quieres otra?
La mayoría de la gente opta por consumir las naranjas chinas en forma de mermelada o jalea, pero a mi modo de ver, es la opción más cobarde. Los hombres y mujeres de verdad los comen enteros.
Si logras sobrevivir a la odisea de comer ocho naranjas chinas, obtendrás 104 calorías, 1 gramo de grasa, 2 gramos de proteína, 24 gramos de carbohidratos y 9 gramos de fibra. Obtendrás el 112 por ciento de la CDR de vitamina C, algo de riboflavina, vitamina A, folato, calcio, hierro, magnesio, potasio, cobre y manganeso. - Peras asiáticas. Puede ser que conozcas a esta fruta por otros nombres, como pera de arena, pera nashi o, si lo quieres de manera científica, Pyrus pyrifolia. Provienen (obviamente) de Asia, y básicamente se parecen a manzanas grandes y firmes con la piel similar a la de las peras. Su pulpa es crujiente, arenosa y jugosa. El sabor es como el de las peras, pero no su textura. Son frutas agradables, nuevas, ideales para presentarlas a paladares exigentes.
Una fruta mediana (de aproximadamente 2-1/2 pulgadas de diámetro) tiene 51 calorías, 1 gramo de proteína, 13 gramos de carbohidratos y 4 gramos de fibra. Las peras asiáticas no son exactamente una fuente concentrada de micronutrientes, pero algo es mejor que nada. Una unidad contiene 8 por ciento de la CDR de vitamina C y 7 por ciento de vitamina K. También tiene algo de vitamina E, tiamina, riboflavina, niacina, folato y ácido pantoténico. En cuanto a los minerales, aporta un 4 por ciento de la CDR de potasio y manganeso, así como de magnesio, fósforo y cobre. - Kiwi. Al kiwi se lo conoce como tal recién a partir de 1962. Con anterioridad, esta pequeña fruta velluda de color marrón tuvo una variedad de nombres, siendo dos de mis favoritos el de grosella china y fruto peludo. (No tengo nada más que añadir respecto de esos nombres).
Un kiwi maduro debe ser firme y ceder apenas si se lo presiona suavemente. Si bien la piel no luce agradable a la vista, en realidad es totalmente comestible y llena de fibra. Dicho esto, es velluda y dura, y es comprensible si decides no comerla. Corta la fruta transversalmente por la mitad y con una cuchara extrae la deliciosa pulpa verde del interior, con semillas y todo.
Un kiwi mediano sin piel (de aproximadamente 76 gramos de peso) tiene 46 calorías, 1 gramo de proteína, 11 gramos de carbohidratos y 2 gramos de fibra. Contiene una increíble cantidad de vitamina C: y el 117 por ciento de la CDR. También tiene el 38 por ciento de la CDR de vitamina K, y menores cantidades de vitamina A, vitamina E, tiamina, riboflavina, niacina, vitamina B6, folato y ácido pantoténico. En cuanto a los minerales, obtendrás el 7 por ciento de la CDR de potasio, y menores cantidades de calcio, hierro, magnesio, fósforo, zinc, cobre y manganeso.
No tengo los datos de nutrición de un kiwi consumido con la piel, pero basta decir que te aportará todo lo que mencioné antes más un buen puñado de fibra. - Higos. Si bien es cierto que casi todo el mundo probó en algún momento de su vida un higo Newtons®, son pocos los que han saboreado la versión fresca de la fruta de la que provienen. Es sorprendente, considerando que en todo el mundo se produce más de un millón de toneladas de esta fruta todos los años. Si bien los higos secos (y los higos Newtons) se consiguen todo el año, la temporada de higos frescos es el verano, a veces a principios de otoño. Hay más de 150 variedades de este peculiar fruto de aspecto atractivo, y son altamente perecederos, por lo que debes consumirlos a lo sumo dos días después de haberlos comprado. Mantenlos refrigerados. Un higo a punto debe ser firme y ceder apenas si se lo presiona suavemente, pero no debe resultar blando. Si tienen un aroma dulzón, eso indica que están a punto para comerlos.
Un higo grande crudo tiene 47 calorías, 12 gramos de carbohidratos y 2 gramos de fibra. También obtendrás pequeñas cantidades de casi todas las vitaminas y minerales existentes, con excepción de las vitaminas E y B12, selenio y sodio.
Los higos tienen también un efecto laxante, de manera que si decides que es la fruta para ti y te das una comilona, trata de estar cerca del baño. - Caquis. Otra colorida contribución al abanico frutal de Asia son los caquis, disponibles comercialmente en dos variedades. Los que están disponibles con más facilidad son los caquis hachiya, que tienen una forma parecida a la bellota. Debes esperar a que estén súper maduros y blandos para que sean comestibles.
Por el contrario, los caquis fuyu tienen forma parecida a la de los tomates y tienen un suave color anaranjado. Son comestibles (y deliciosos, por cierto) cuando aún están firmes.
Ambas variedades son frutos típicamente de otoño.
. Y un dato curioso: técnicamente, a los caquis como a los tomates, se los considera berries o bayas. ¿Quién lo sabía? Además contienen pequeñas cantidades de licopeno, un fitoquímico esencial que, según se cree, disminuye el riesgo de cáncer.
Un caqui hachiya tiene aproximadamente 118 calorías, 1 gramo de proteína, 31 gramos de carbohidratos y 6 gramos de fibra. Te aportará un sustancioso 55 por ciento de la CDR de vitamina A y un 21 por ciento de la CDR de vitamina C. También aporta un 8 por ciento de la CDR de vitamina B6, 6 por ciento de vitamina E y menores cantidades de vitamina K, tiamina, riboflavina, niacina y folato. En cuanto a los minerales, te aporta un 30 por ciento de la CDR de manganeso, 9 por ciento de cobre, 8 por ciento de potasio y menores cantidades de los demás, con excepción del sodio.
Quizás debas buscar un poco más de lo habitual, pero la mayoría de estas seis exóticas frutas están disponibles en tu tienda de comestibles local. Con un poco de suerte, podrías llegar a encontrar algunas de ellas en tu mercado local de agricultores. Deja esa manzana y toma una fruta exótica, ¡y a disfrutar!
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